¡Hola Verano!
Con la llegada del calorcito de julio, aprovechemos al máximo los días soleados y creemos experiencias enriquecedoras para nuestros hijos. El verano ofrece una oportunidad única para explorar y crecer, tanto en interiores como en exteriores.
Para nuestras familias, recuerden que las actividades cotidianas pueden ser momentos de aprendizaje. Las salidas al parque pueden convertirse en lecciones sobre la naturaleza, donde los niños observan insectos, flores y el entorno cambiante. Leer cuentos en voz alta sobre una manta de picnic fomenta la alfabetización y la imaginación. Anima a tus pequeños a hacer preguntas y expresar su curiosidad; estos son los pilares del aprendizaje permanente.
Proveedores, aprovechemos la temporada para planificar actividades que mantengan a los niños entretenidos y estimulados. Jugar con agua no solo es refrescante, sino que también brinda la oportunidad de aprender sobre el volumen, el flujo y la temperatura. Los proyectos de arte al aire libre, con materiales naturales como hojas y piedras, pueden despertar la creatividad y el aprecio por la naturaleza.
No olviden incorporar mucha actividad física para ayudar a los niños a quemar energía y desarrollar habilidades motoras.
Aquí tienen algunas ideas tanto para familias como para proveedores:
- Visite una granja o mercado local: Los niños pueden aprender sobre el origen de los alimentos y probar nuevas frutas y verduras.
- Crear un diario de verano: Anime a los niños a dibujar sobre sus experiencias y lo que ven a su alrededor.
- Explorar diferentes texturas: Preparen un recipiente sensorial con arena, cuentas de agua o pasta seca para que los niños exploren con las manos.
Recuerden que, al fomentar la curiosidad y crear experiencias alegres, podemos hacer de este julio una época de crecimiento y diversión para todos.
Afectuosamente,
Yanery Escorbores