Hola y bienvenidos a mayo,

Sé que no hace falta decirlo, pero lo diré de todos modos: este es, sin duda, el mejor momento para estar al aire libre. La naturaleza está presentando su espectáculo de primavera y, la verdad, no está siendo nada sutil al respecto. Los cerezos están suaves y llamativos. Los tulipanes parecen signos de exclamación florales. Las magnolias sueltan sus pétalos como una reina del drama en una telenovela.

Es el tipo de mes que te invita a bajar el ritmo, dar un paseo y dejar que los niños lideren, incluso si eso significa detenerse cada dos pasos para examinar un charco.

Y hablando de charcos, no subestimemos esos días lluviosos. Entre la llovizna y los aguaceros, las aceras se convierten en la versión natural de una fiesta sorpresa. ¡Lombrices! ¡Caracoles! Barro que hace el sonido perfecto al pisarlo. Puede parecer un desastre, pero créeme, este es material de primera para la primera infancia. Estos son los momentos de donde nacen las grandes aventuras —y mucha ropa embarrada.

En la primera infancia, la naturaleza no es solo un escenario. Es el primer laboratorio de ciencias. Es donde los niños prueban teorías como: ¿Qué pasa si toco esto? ¿Puedo saltar tan lejos? ¿Y si llevo este escarabajo a casa y lo llamo Ramón?

Así que este mes, ya sea persiguiendo mariposas, contando lombrices o simplemente respirando entre las flores, nos alegra que estés aquí. En PSFamilyNYC, estamos contigo —con zapatos llenos de barro y todo— compartiendo herramientas, historias y recordatorios de que el mundo natural es uno de los mejores maestros que tenemos.

Por un mes lleno de curiosidad, crecimiento y mucho aire fresco.

Miss Emmy