A medida que nos acercamos a septiembre, muchos de nosotros nos estamos preparando para el nuevo año escolar, un tiempo lleno de la promesa de nuevos comienzos y aventuras de aprendizaje.
Pero, ¿qué pasaría si le dijera que para nuestros niños más pequeños, especialmente los de cero a tres años, el aprendizaje ocurre todos los días, no solo cuando comienza la escuela?
El viaje de aprendizaje nunca se detiene
Desde el momento en que nacen, los niños se sumergen en un mundo de descubrimientos.
¿Sabías que durante estos primeros años, el cerebro de un niño está formando más de un millón de nuevas conexiones neuronales cada segundo? Así es, cada segundo.
Estas conexiones, o sinapsis, son los componentes básicos de todo el aprendizaje futuro, sentando las bases para todo, desde el lenguaje y el movimiento hasta la comprensión emocional y las habilidades sociales.
¿Has pensado alguna vez en cómo aprenden los niños?
Una de las formas más increíbles en que los niños aprenden es observando e interactuando con los adultos que los rodean.
Aunque todavía no tengan palabras para expresarse, cada gesto, sonido y expresión es una forma de comunicación.
Cuando haces una pausa durante una interacción, permitiendo que un niño tenga espacio para responder, ya sea con un arrullo, una sonrisa o una mirada curiosa, no solo lo estás reconociendo; Les estás enseñando el ritmo de la conversación y la importancia de ser escuchados.
Piénselo: cuando hace una pausa y espera la reacción de un niño, le está dando la oportunidad de procesar y relacionarse con el mundo que lo rodea.
Cuando ven que respondes a sus señales no verbales, aprenden que sus acciones y sonidos tienen significado.
Estos momentos cotidianos son poderosas experiencias de aprendizaje, que dan forma a la forma en que entienden la comunicación, las relaciones y su lugar en el mundo.
Reflexionando sobre el mito del año escolar
Es fácil asociar el aprendizaje con el inicio del año escolar en septiembre, pero para nuestros hijos más pequeños, el aprendizaje es continuo y no sigue un calendario tradicional.
Ya sea a través del juego, la exploración o simples interacciones diarias, los niños siempre están en un estado de aprendizaje.
Estos primeros años son un momento precioso en el que sus cerebros son increíblemente adaptables, estableciendo los caminos para el aprendizaje permanente.
Apoyar el aprendizaje diario de su hijo
Como padres, cuidadores y miembros de la comunidad, es importante recordar que cada momento ofrece una oportunidad para apoyar el desarrollo de nuestros hijos.
¿Alguna vez ha pensado en cómo un simple gesto, como hacer una pausa para darle tiempo a un niño para responder, puede fomentar su comprensión y participación?
Estas interacciones, aunque aparentemente pequeñas, tienen un impacto duradero en su desarrollo.
Así que, al dar la bienvenida al comienzo de un nuevo año escolar, celebremos también el viaje de aprendizaje continuo en el que ya se encuentran nuestros hijos más pequeños.
Juntos, podemos ayudarlos a construir una base sólida para el futuro: un momento, una conexión a la vez.
Saludos cordiales,
Emilie Gay
Directora Ejecutiva