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Comunicación con el bebé durante las situaciones de cuidado

Por Emmy Gay, de una conferencia impartida por Judit Kelemen en el Curso de Diálogo de la Casa Pikler

Los primeros años son cruciales para el desarrollo de un niño, y la forma en que los cuidadores se comunican durante las rutinas de cuidado juega un papel importante. En el enfoque pikleriano, las palabras y los movimientos se armonizan, creando una experiencia de aprendizaje perfecta para el niño. Este método enseña a los bebés cómo navegar por el mundo a través de una comunicación constante y respetuosa.

Armonizar palabras y movimientos

En el enfoque pikleriano, los cuidadores utilizan palabras y gestos sincronizados durante sus rutinas de cuidado. Las rutinas de cuidado incluyen cambiar a un bebé, levantar a un niño u ofrecerle comida. Esta consistencia ayuda a los niños a asociar rápidamente las palabras con las acciones. Alrededor de los tres meses, los bebés comienzan a demostrar comprensión situacional. Por ejemplo, si un cuidador dice: “Voy a salir por la puerta” y el niño mira hacia la puerta, demuestra que entiende la palabra puerta. . En la Casa Pikler, la palabra “mano” se usa a menudo, y los niños aprenden a mirar su mano o la mano del cuidador al escucharla.

Comprensión a través de la asociación

Los niños primero entienden los sustantivos antes que los verbos. Una clara indicación de comprensión es cuando un niño mira un objeto al escuchar su nombre. Uno de los principios de Emmi Pikler era que los cuidadores debían hablar con los niños durante las rutinas de cuidado, enseñándoles sobre la comunicación y el mundo a través del lenguaje y el tacto.

Construyendo conocimiento a través de un cuidado uniforme

El método pikleriano enfatiza la importancia de una atención uniforme dentro de una institución. Los gestos y las palabras coherentes ayudan a los niños a desarrollar conocimientos con el tiempo. Por ejemplo, durante la rutina de cuidado, cuando los cuidadores dicen repetidamente: “Dame tu mano”, mientras gesticulan, los bebés aprenden a responder ofreciendo su mano. Esta práctica constante ayuda en su crecimiento y desarrollo.

Fomento de la participación activa

Los cuidadores también dicen “gracias” a los niños, reconociendo su participación y fomentando un sentido de ser socios activos en su cuidado. Este enfoque mejora la conciencia y el compromiso del niño.

Mejorar la comprensión del lenguaje

Para ayudar a los bebés a entender el lenguaje, los cuidadores relacionan las palabras con el tacto. Por ejemplo, decir “dame tu mano” mientras tocas la mano del niño le enseña lo que es una mano y lo que el cuidador hará a continuación. La repetición de este proceso ayuda al niño a comprender y anticipar las rutinas de cuidado.

Lo que los niños aprenden de este tipo de comunicación

A través de la comunicación, los niños adquieren varias ideas:

  • Sobre sí mismos: Aprenden sobre su cuerpo, sus acciones y su significado.
  • Acerca de los cuidadores: Entienden las intenciones y las señales no verbales de los cuidadores.
  • Sobre el mundo: Aprenden sobre su entorno y qué esperar en el futuro.

Conclusión

La comunicación efectiva durante las situaciones de cuidado es esencial para el desarrollo saludable de los bebés. El enfoque pikleriano, con su enfoque en palabras y gestos sincronizados, ayuda a los niños a aprender sobre el lenguaje, sobre sí mismos y sobre el mundo. Al tratar a los niños como participantes activos y utilizar una comunicación constante y respetuosa, los cuidadores pueden mejorar significativamente el proceso de desarrollo de un niño.