Dilemas de crianza Una pregunta, una respuesta (y no es lo que piensas)
Tu hijo no dormirá. El cuidador y los padres no pueden ponerse de acuerdo. ¿Y ahora qué?
Si alguna vez ha caminado de un lado a otro con un niño pequeño completamente despierto a las 2 a. m. o se ha sentido atrapado entre diferentes opiniones sobre cómo cuidar a un niño, no está solo.
Un padre escribió, desesperado por ayuda para dormir:
“Tengo una niña de 1 año. A veces no puede dormir por la noche. Ella sólo quiere jugar. ¿Cómo podría ayudarla?
Un proveedor preguntó:
«¿Cómo ayudamos a los niños cuando los padres no están en la misma página?»
A primera vista, parecen dos problemas totalmente diferentes, pero la sorprendente verdad es que existe una solución común para ambos problemas, y no se trata de una solución mágica, un método único para todos o una fórmula aprobada por expertos.
¿La respuesta? Observar al niño.
La trampa de la crianza: buscar “el camino correcto”
Todos los padres y cuidadores quieren una solución, preferiblemente una que funcione de inmediato y para siempre (¡ojalá!). Cuando se trata del sueño, por ejemplo, encontrará consejos contradictorios en todas partes:
- Déjelo llorar: deje que se calme solo.
- No se acerque llorando: consuélelo cada vez que se despierte.
- Dormir con su bebé: manténgalo cerca para mayor seguridad.
- Despertares programados: despiértalo suavemente antes de que se despierte solo.
Cada uno de estos métodos tiene firmes defensores que juran que su método es el mejor. Pero lo que funciona para un niño puede no funcionar para otro.
Esto se debe a que los problemas de sueño no se deben a una sola cosa, sino a:
- Rutinas inconsistentes.
- Demasiada estimulación antes de acostarse.
- Saltos en el desarrollo.
- Refuerzo accidental de despertares (¡hola, hora de jugar a las 2 a. m.!).
¿Qué es lo que funciona?
- Ritmos diarios predecibles (siestas, comidas y hora de dormir).
- Mantener las noches con poca energía (luces tenues, voces suaves, nada de juegos).
- Paciencia, porque el sueño es un viaje, no una batalla que ganar.
Pero, ¿qué sucede cuando los padres y los cuidadores no están de acuerdo?
Ahora hablemos de la segunda pregunta: ¿qué hacemos cuando los padres y los cuidadores no están de acuerdo?
Al igual que con el sueño, no existe una única forma “correcta” de cuidar a un niño. Un cuidador puede enfatizar la estructura, mientras que un padre prefiere la flexibilidad. Un cuidador puede seguir un enfoque dirigido por el niño, mientras que el padre cree en una guía más firme.
Estas diferencias no tienen por qué convertirse en una lucha de poder. ¿La clave? Dejar de centrarse en quién tiene “razón” y empezar a centrarse en el niño.
En lugar de debatir sobre los métodos, pregúntese:
- ¿A qué responde mejor este niño?
- ¿Qué lo hace sentir seguro?
- ¿Cómo podemos trabajar juntos para satisfacer sus necesidades?
La crianza y el cuidado no se trata de elegir un bando, sino de colaborar para apoyar al niño.
Hola, soy la señora Emmy.
Con más de 30 años de experiencia en educación infantil, he visto de primera mano cómo diferentes niños, familias y cuidadores enfrentan estos desafíos. ¿De algo estoy segura? No existe una solución única para todos. Cada niño es único y el mejor enfoque siempre es el que funciona para ellos.
En resumen: la crianza es un viaje, no una fórmula
Ya sea que se trate de un niño pequeño que no quiere dormir o de un desacuerdo entre los cuidadores y los padres, la verdad es la misma: no existe una única respuesta perfecta.
Solo existe el niño, la situación y la voluntad de aprender juntos.
Así que, si te sientes estancado, abrumado o simplemente agotado, respira. No estás fracasando. Lo estás descubriendo, como el resto de nosotros. Y así es exactamente como se supone que debe ser.
¿Tienes más preguntas? Siempre estoy aquí para ayudarte. Naveguemos juntos por este camino.